martes, 28 de diciembre de 2010

Señores! Seré un pingüino, pero no soy tonta

Hoy no habrá foto. Apenas tengo fuerzas como para escribir menos para sacarme una foto.

A primerísima hora de hoy fui a un lugar que no había visto en muchos años. Sigo liado con las pruebas médicas, parece que aun no saben por qué un animalillo como yo tiene la capacidad de llevar su propio blog. Hoy lo que tocaba era una resonancia... bueeeeeeeno no es algo demasiado molesto, al menos así lo recordaba yo.

Cuando he llegado al sitio donde me iban a hacer dicha prueba una señorita muy guapa me ha pasado varios papeles para que los leyese y contestase a unas cuantas preguntas. Yo empecé a leer con detenimiento esa especie de contrato pero por lo visto eso no es lo correcto y dicha mujer empezó a meterme prisa para que terminase de rellenar el contrato.

Al poco un chico muy majo me lleva junto a la máquina infernal. Una vez tumbada en esa incómoda mesa comienzan a colocarme un gotero. Para sorpresa de todos en mi ala izquierda mis pequeñas venitas poseen callos por lo que es muy doloroso y difícil colocarme un gotero. Y como siempre en la medicina, a base de prueba y error recorren a mi pobre alita derecha.

Una vez colocado me dicen que la prueba durará apenas 25 minutos... algo que se agradece ya que no me gustan demasiado los ruidos... Entre bromas comentan que lo ideal sería que cerrase los ojos y me quedase dormido... ¿Dormido? ¡LOS COJONES! Intentad dormir con esa máquina zumbando en el oído...

Después de eso comienza la prueba, al principio la cosa iba bien. El ruido es fuerte pero se soporta. Va pasando el tiempo, y sigue pasando, y sigue pasando... llegó un momento en el que la camilla parecía que se movía y a ratos me hormigueaban las patitas y las alitas... pero pensaba que ya no podría quedarle mucho a la prueba... infeliz de mí.

En vez de durar esos 25 minutos que me habían comentado, la prueba se prolongó cerca de una hora y al salir me encontraba bastante aturdida, mareada; sin capacidad para andar en linea recta.

Después, cuando llegué a mi casa decidí meterme un rato en la cama a descansar tras esa tortura sonora. Para mi sorpresa, mi tortura no había terminado. Como ser de sangre fría en cuanto me sube un poco la temperatura lo paso tremendamente mal... al despertarme había pasado de mis 34/35 ºC habituales a unos 37º por lo que ahora me encuentro en cama, aburrida y tremendamente enferma...

Así que ya sabéis: decid NO a las Resonancias

2 comentarios:

  1. Bueno ahora lo que tienes que hacer es descansar y ponerte mejor, que ya llegarán los resultados.

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  2. En una semana o así me dan los resultados... espero que aparezca algo por que después de la tortura esta y que no sirva para nada me da algo

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